¿Por qué las auroras boreales se localizan en el polo?

  • En realidad, estos meteoros de resplandecencia multicolor se produce en ambos polos, con amplitud y duración variables. Según se produzca en el hemisferio norte o sur, se denomina aurora boreal o aurora austral. El término de aurora polar se aplica en ambos casos. Hasta época reciente, sin embargo, no se conocía la naturaleza íntima. La aurora consiste en manchas y columnas luminosas rápidamente cambiantes, de varias tonalidades. Los fenómenos de aurora extensos están acompañados por perturbaciones en el magnetismo terrestre e interferencias con las transmisiones de radio, teléfono y telégrafos. Los periodos de máxima y mínima intensidad de las auroras coinciden casi exactamente con los del ciclo de manchas solares, que dura 11 años. Los estudios realizados durante el Año Internacional Geofísico (1957-1958) indican que el brillo auroral se desencadena cuando el viento solar, que recorre todo el Sistema Solar, se ve reforzado por partículas subatómicas de alta energía procedentes de las manchas solares. Los electrones y protones penetran en la magnetosfera terrestre y entran en la zona inferior de los cinturones de radiación de Van Allen, sobrecargándolos. Los electrones y protones sobrantes se descargan a la atmósfera en zonas centradas en los polos magnéticos norte y sur, que se extienden unos 20° de latitud. Estas partículas colisionan con las moléculas de gas de la atmósfera, excitándolas y produciendo luminiscencia, es decir, emisión de luz visible. La aurora adopta una inmensa variedad de formas, entre ellas las siguientes: el arco auroral, un arco luminoso que cruza el meridiano magnético; la banda auroral, que suele ser más ancha y mucho más irregular que el arco; los filamentos y luces ondulantes perpendiculares al arco o a la banda; la corona, un círculo luminoso cercano al cenit; las nubes aurorales, masas nebulosas difusas que pueden aparecer en cualquier parte del cielo; el brillo auroral, un fenómeno luminoso situado a gran altura sobre el horizonte, con filamentos que convergen hacia el cenit; cortinas, abanicos, llamas o luces ondulantes de distintas formas. También se han observado auroras en las atmósferas de otros planetas, en particular de Júpiter.